En el artículo de hoy presentamos una historia que está
detrás de esta antigua instantánea. En ella podemos apreciar una tierna pareja
de niños pequeños, donde la mayor de los dos parece estar tendiéndole un
instrumento que quizás no hayas visto nunca, pero que en aquella época era un
elemento cotidiano. El pequeño bebé parece estar bebiendo de ahí, mientras
abraza su juguete favorito. En efecto, es un antiguo biberón.
Estos envases para la lactancia de los más chicos tienen una
larga e interesante historia, que a veces se vuelve terrible, como en el caso
que explicaremos a continuación. Una vez hayas leído este artículo, no creerás
que esa foto es tan entrañable como parece, ya que uno de ellos podría estar
firmando una sentencia de defunción, todo debido a la ignorancia y la falta de
higiene.
Esta instantánea fue imprimida en 1887 en un libro. Pero
nadie era consciente de que uno de eso dos pequeños estaba en contacto con un
grave peligro fatal. Probablemente haya pasado desapercibido para ti, por
extraño que parezca. ¡Nadie hubiera pensado que un biberón pudiera ser algo
mortal! La botella entubada era muy popular en la segunda mitad del siglo XIX.
¿Conocías este turbio incidente de nuestros antepasados?
Algunos la conocieron como los alimentadores de bebés en
forma de “Banjo”, algo que cobró mucha popularidad en los mercados. Sólo la
gente adinerada podía permitirse este aparato tan útil. No obstante, en sus
últimos días, los apodos que recibió no eran tan peculiares y agradables. Tales
fueron como “El asesino” y “El homicida”, algo muy alejado de ser seguro, ya
que su limpieza era casi imposible de realizar…
Las botellas Banjo poseían un cristal aplastado con un tubo
interno de vidrio y un tapón. Adherido al caño de cristal había una manguera de
caucho de la India, que acababa en un chupete con forma de pezón, algo parecido
a beber mediante una larga pajita. A pesar de la condena sumamente extendida
por el mundo de la medicina, este instrumento llegó a ser un éxito de ventas,
ya que los padres podían dejar a sus hijos desatendidos para alimentarlos.
¡En algunos casos los bebés eran demasiado pequeños como para
sostener el aparato! Lo que sólo demuestra que como hoy, la comodidad y la
conveniencia era unas ventajas que realmente marcaban la diferencia. Siguieron
vendiéndose bastante bien hasta bien entrada la década de 1920. Para agravar los
problemas, muchas de estas botellas biberones tenían numerosos nombres
entrañables, como “mi pequeña mascota”.
Otros eran bastante diferentes, como “El imperio”, o “El
victoriano”. Los fabricantes también tomaron ventaja de la popularidad de la
princesa de Wales, incluyendo inscripciones en estas botellas del tipo de: “La
princesa” o “La Alexandra”. La botella que aparece en la imagen tenía una
altura de 150 mm. Aunque el primer pezón de goma fue pantentado por Elijah
Pratt en Nueva York en 1845, no fue hasta principios del siguiente siglo que se
llegara a utilizar.
Esto fue gracias a que se consiguió que no se desintegrara
con agua caliente, además se le eliminó el terrible olor que despedía a veces.
Antes, se utilizaron una gran variedad de piezas para la boca. Trapos o
esponjas eran a menudo incrustados en el cuello de las botellas de vidrio, así
como boquillas de madera. Pero estos elementos, como el que aparece en la
imagen principal eran una trampa mortal, algo que ya está obsoleto…
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